En las últimas 16 horas, la abogada y defensora de derechos humanos Ruth Eleonora López ha visto quebrantada su libertad en una sucesión de hechos que revelan la falta de garantías procesales y el uso de la justicia como instrumento de persecución política. Con una orden de detención provisional de seis meses—dictada sin examinar pruebas, bajo reserva total de expediente y con una acusación transformada de último minuto—Ruth se ha convertido en el símbolo más reciente del retroceso democrático en El Salvador. El País
10:30 – Antes de ingresar
Justo antes de atravesar los pasillos del juzgado, esperando que Ruth fuese trasladada, el abogado Pedro Cruz—su defensor designado—se dirigió a los periodistas. Con voz firme, cuestionó la solicitud de “reserva total” planteada por la Fiscalía:
«¿A qué le temen?… ¿a haber hecho un requerimiento infundado?»
12:00
A las 12:00 del 4 de junio de 2025, con cerca de 2 horas de retraso, Ruth Eleonora López fue llevada esposada al Juzgado 12.º de Paz de San Salvador, sosteniendo una Biblia de tapa verde. Al descender del vehículo policial, alzó la voz para advertir:
«Dios y la verdad están conmigo… ¡No me van a callar! ¡Quiero un juicio público! ¡La gente merece saber!»
12:30 – Instalación de la audiencia bajo reserva
La jueza que presidió la vista decretó “reserva total” desde el inicio: ningún medio pudo ingresar, y la defensa no obtuvo acceso previo a la documentación de la Fiscalía. Peor aún, la acusación originalmente por peculado se transformó—sin explicación pública—en enriquecimiento ilícito.
12:30–15:00 – Receso y acusación sin pruebas
